miércoles, 3 de octubre de 2007

Pensando bajo la lluvia

Hay veces en que los paseos bajo la lluvia te aclaran las cosas. Pero hoy no se ha dado el caso. Y no será por el tiempo que ha durado.
Ahora mismo, mientras la lluvia golpea fuertemente la ventana de mi habitación me pregunto por qué tengo tanto calor.
Ahora mismo, mientras mis pies aún están un poco húmedos después de habérmelos lavado, me pregunto por qué a veces las cosas son tan complicadas.
Ahora mismo, mientras mis pies, aún después de haber sido lavados, están verdes debido a que el calzado ha desteñido.
Ahora mismo, mientras mi pelo aún está húmedo, aun después de habérmelo secado, simplemente me pregunto ¿por qué?
Y es que hay situaciones que, joder, no entiedo, no comprendo o no sé qué coño hacer con ellas.
Alguien me dijo como hace dos horas: "¿y eso? ¡Qué milagro que te vayas tan pronto!" (y es que mañana aquí es festivo... y toda la gente salía hoy). Y es que como respondí, hoy no s mi día. Igual que ayer.
A ver si mañana mejora. Y a ver si consigo dormirme pronto.

sábado, 22 de septiembre de 2007

El verdadero amigo

Un amigo es alguien que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere.
Elbert Hubbard

jueves, 20 de septiembre de 2007

¿Somos lo que hacemos o somos lo que pensamos?

Pues es una duda que me llevo planteando toda mi vida, y aún no he llegado a una respuesta satisfactoria.
Por una lado puedes hacer una cosa en contra de tu voluntad, pero que al fin y al cabo es necesaria. Como ceder ante circunstancias en una relación de pareja (¿pues que es sino una relación de pareja, sino la sucesión, más o menos regular, de cesiones por parte de las dos bandas?) Es decir, que piensas una cosa pero acabas haciendo otra. ¿Entonces qué eres? ¿Lo que piensas o lo que expresas? Quizá seas lo que expresas.
Pero en otras circunstancias no es así. Es al contrario. Aunque sabes que debes hacer una cosa, y es lo que tienes que hacer, y que piensas que es lo mejor, haces lo contrario, por los motivos que sean. Entonces uno puede pensar: "sin duda eres lo que haces.". ¿Pero entonces en la primera situación (hacer lo contrario de lo que piensas porque es bueno para una relación, porque en el fondo sabes que es mejor, aunque te apetezca más hacer otra cosa) no eres lo que piensas? No lo tengo muy claro.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Afeitarme

Me gusta haberme afeitado y pensar que durante unos días no voy a tener que afeitarme.
No me gusta "tener" que afeitarme cuando la barba empieza a estar demasiado larga.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Dormir

Me gusta dormir hasta tarde, sin poner el despertador, cuando no tengo nunguna preocupación ni tarea que hacer el día siguiente y, así, al despertarme, sorprenderme de la cantidad de horas que he dormido.
No me gusta tener que poner el despertador en las demás ocasiones, pero no hay más remedio.

viernes, 14 de septiembre de 2007

La vida (y II)

Decía el martes que esperaba que las cosas no cambiasen. Y no han cambiado. O sí lo han hecho, pero para mejor. Me he quitado un gran peso de encima, y eso te hace sentir bien.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Beirut, Beirut, Beirut...

Otra vez más no para de sorprenderme lo que rodea a Beirut. Si ya de por sí el descubrimiento del vídeo de "Elephant gun" fue algo increícle, dada la belleza del mismo (todo por gentileza del señor Fran Zorgsky) lo descubierto ahora me ha sorprendido aún más.
Hasta ahora no me podía imaginar, por ejemplo, cómo podría ser la sensación de pasear por París y, de repente, toparme con Zach Condon y su banda, tocando en directo en medio de la calle, usando contenedores. Como tampoco me imaginaba ver a Zach usando un monopattín. Como tampoco me imaginaba a Zach hablando en francés. Como tampoco me imaginaba a Zach. Como tampoco me podría imaginar la sensación de estar jugando a baloncesto y mientras oir y ver a mi lado a Zach y su banda tocando. O como estar tomando algo en un bar y que de repente entre Zach cantando y tocando.
Ahora, por lo menos, ya me lo puedo imaginar.

El vídeo de "Postcards from Italy", del mismo director que el de "Elephant Gun", Alma Ha'rel. Juzguen ustedes.



De los otro cuatro vídeos dejo los enlaces. Son dos temas del disco nuevo de Beirut, que saldrá el 9 de octubre: "The flying club cup"

En "vivo" (por así catalogarlos)

Nantes
The penalty

"Videoclips" (por así catalogarlos)

Nantes

The penalty

A disfrutarlos, porque merecen mucho la pena. A mí al menos me han alegrado el día.

Sueños

Hacía mucho tiempo que no soñaba tanta variedad de sueños en una noche.
Muchos de ellos ya no los recuerdo nítidamente a estar horas: otros tras unos minutos despierto no los recordaba.
A estas alturas sólo recuerdo uno más o menos nítidamente. No importa demasiado de qué trataba (aunque sí era bonito, al menos para mí). Lo importante y que más me llamó la atención es que en este sueño yo lloraba. Entonces me dio por intentar recordar sueños en los que yo lloraba. Y me tuve que ir a sueños de infancia, pesadillas incluso, en las que yo lloraba.
¿La diferencia? Que en este sueño lloraba de felicidad. Creo que es la primera vez en mi vida que me sucede algo así.

martes, 11 de septiembre de 2007

La vida

La vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos... a veces porque queremos que así sea... otras veces no controlamos eso.
Hoy he decidido hacer algo, y puede que por ello el jueves mi vida cambie. ¿Quiero que cambie? Por supuesto que no. Pero necesitaba hacerlo.
El jueves os cuento.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Elephant gun

Se me olvidaba. Ha salido a la luz el video clip de este extraordiario tema de Beirut (que por cierto dentro de exactamente dentro de un mes saca disco nuevo, el cual ya anda por internet y del que por el momento no voy a decir nada porque me hace falta más tiempo). Os dejo con él, muy logrado.


Las pequeñas alegrías

El mundo está lleno de pequeñas alegrías: el arte consiste en saber distinguirlas.
Li Tai-Po.

Y añado: mejor descubrirlas antes de que hayan pasado.

viernes, 31 de agosto de 2007

La vida te da sorpresas

Es una sensación muy grata cuando estás en la biblioteca estudiando y llegan tres amigos y se sientan a tu lado (como todos los días). De repente salen fuera a cuentagotas y, al cabo de un rato, uno de ellos te llama para decirte que tienes que salir, que a uno de ellos le pasa algo raro. Sales, subes unos pisos y, cuando por fin alcanzas el lugar allí, detrás de una pared medio oculta, están los otros dos con un pastel, unas velitas encendidas con tu edad y un regalo.
Pues eso, a veces la vida te da sorpresas (agradables).

jueves, 30 de agosto de 2007

Cousas veredes

Por diferente motivos que me han llevado a pensar en elllo y porque mañana es un día especial (bueno, mejor dicho diferente, que como dice una buena amiga, la palabra especial conviene reservarla para momentos únicos) creo que empezaré un nuevo y pequeño proyecto.
Sólo quería avisar.

Conversaciones

A veces el hecho de mantener una pequeña conversación te hace sentir mejor. Por diferentes motivos, pero principalmente porque no te imaginabas que iba a volver a pasar. Pero todo ha sido positivo, por muy poca cosa que fuese. Te quedas como bien por dentro, sí.
¿Algo curioso? Pues que mientras la mantenía, llevaba otras dos simultánenametne, de tal suerte que se da la circunstancia que han sido tres personas que han marcado de una manera u otra tu vida, y las tres positivamente (bueno, una la sigue marcando actualmente, que no quita que la haya marcado también, aunque más recientemente). ¿Lo más curioso? Despedirme de las tres personas al mismo tiempo (pues me marchaba) y que las tres se hayan despedido en el mismo instante de la misma manera, a saber:

-auf wiedersehen süßer junge
-wiedersehen!
-orfidersen!!

No deja de ser curioso.


La pared y el dormir

Se me olvidaba. Para que quede constancia y al hilo de la anterior entrada...
Me gusta cuando no puedo dormir del lado de la pared en la cama.
No me gusta (tanto) cuando puedo hacerlo.

Los cambios

Desde aquí todo parece (y es) distinto a lo de allí. Los periódicos son más legibles. La actualidad se sigue a través de la televisión en vez de a través de internet. A la gente se le entiende sin tener que hacer ningún tipo de esfuerzo extra. Los colchones son más cómodos. La gente es distinta a la de allí. La arquitectura también. El transporte público también. La ciudad aquí está más limpia. Los coches son bastante diferentes. Aún... no, mejor dicho, aun (sin tilde)... porque las normas ortográficas cambian, y ya no son lo que estudiaste hace apenas unos añitos (lo que denota que uno se va haciendo mayor, y que el tiempo transcurre inexorablemente)... decía pues que aun así hay alguna que otra coindicidencia, como que la ciudad también esté atravesada por un río, y que haya varios puentes que unen las dos partes de la ciudad (obviamente los de esta ciudad son más bonitos). Pero de todos modos esto es muy diferente. Sí.
Y también de todos modos este fin de semana tocará hacer de nuevo la maleta y marcharse (todo debido al inexorable paso del tiempo). Así que en apenas cinco días todo cambiará otra vez más. Entonces los colchones volverán a ser incómodos (excepto algunos días en los que, quizá, vuelvan a ser cómodos). Entonces los periódicos volverán a ser bastante ilegibles. Entonces internet volverá a ser el medio para informarse (si es que hay suerte y se consigue internet de alguna manera). Entonces entender a la gente volverá a ser más difícil. Y claro, faltará mucha gente de la que antes había. Sí, mucha gente que ha ayudado a crear un grupo en el que no se podía sino estar a gusto. Pero hay que adaptarse.
Y al volver allí tocará vivir un mes en un sitio y otro mes es otro, pero es lo que toca y hay que adaptarse. Y habrá noches en las que el colchón se te clave hasta los huesos... y en las que no se podrá dormir de lado de la pared... y habrá otras en las que sí se podrá dormir del lado de la pared. Personalmente me gusta cuando no puedo dormir del lado de la pared (es bastante peligroso intentar hacerlo ciertas noches). Y habrá días en los que habrá que estar encerrado y otros en los que no, pero hay que adaptarse. Los cambios son los cambios.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Las (pequeñas) alegrías

Muchas personas se pierden las alegrías mientras aguardan la gran felicidad.
Pearl S. Buck

jueves, 23 de agosto de 2007

Coleccionables

Llega el final del mes de agosto y ya tardaba en aparecer la batería de anuncios televisivos sobre absurdas colecciones, como coches de bomberos, barcos, fragatas... etc. Parece que como es época de cambio, después de las vacaciones, hay que aprovechar para meterle a la gente por los ojos cosas que no necesitan en absoluto. Como pasa en Navidades.
En fin, cosas de la sociedad consumista en la que vivimos.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Les retrouvailles

Me gusta cuando me reecuentro con gente que hace mucho tiempo que no veo y que realmente forman una parte muy importante de mi vida.
No me gusta la idea de no poder ver a la gente que quiero durante una buena temporada.

martes, 21 de agosto de 2007

BA - LON - CES - TO















Impresionante, indescriptible, increíble... pero/e irreptible. 25 años después la selección volvía a Ourense, al mismo escenario donde había jugado un cuadrangular precisamente en la inauguración del Paco Paz. Muchos años más pasarán hasta que vuelva, lo que hace todavía más fuerte el deseo de no olvidar un detalle de lo vivido el sábado pasado, por muy pequeño que fuese el detalle. Máxime cuando tienes asiento en primera fila.













Tras momentos como los vividos te preguntas por qué no existe "algo", algún invento que pueda hacer posible, de alguna manera, almacenar todos y cada uno de los momentos vividos, todas y cada una de las situaciones... pero no existe. Pena. Así que te debes conformar con no olvidarte del matrimonio que estaba sentado a tu derecha que cuando uno de los españoles hacía una falta, pedían que para la próxima vez le pegasen más fuerte a los lituanos... lo que te hace pensar que la selección arrastra a todo el mundo, no sólo a los que hemos seguido y amado este deporte desde que éramos pequeños. Te conformas con no olvidar el momento en el que te comprabas la camiseta de José Calderón, sin duda la pieza más importante de la selección, por mucho Pau Gasol que juegue (recuerden, queridos lectores, cómo se ganó la final del campeonato del mundo ante Grecia, sin Gasol (lesionado) en la pista, por mucho Juan Carlos Navarro que juegue, etc. etc. etc... y con el hecho de que recién puesta la camiseta bajes a tu asiento y así, como quien no quiere la cosa, te cruces con el propio Calderón y aproveches para hacerte una fotografía con él. O como el hecho de aprovechar para hacerte más fotos, como por ejemplo cuando salta Simas Jasaitis a la pista (hoy mismo confirmado como nuevo jugador del TAU), o con una leyenda como Joan Creus... todo eso en unos instantes muy reves de tiempo... tan breves que no te da tiempo a asimilar lo que estás viviendo. O como el hecho de ver un calentamiento de la selección a dos metros de todos ellos, esos jugadores con los que tanto te emocionas cuando los ves a través de una pantalla de telecisón. O como el hecho de que tanto en el propio calentamiento como durante el transcurso del partido, José Calderón se acerque por la zona del campo en la que estás sentado y aproveche para saludarte con su pulgar, mirándote, recordando que hace poco tiempo te sacaste una foto con él. O como las racha de ocho puntos seguidos de Navarro en el partido. O como el típico alley-oop de Rudy. O como los 17 puntos en cuatro minutos de José Calderón, que rompieron definitavamente el partido. O como el momento en el que saltaste a la pista a coger una camiseta, llegando para ello hasta cerca del medio del campo justo antes de que se reanudase el partido tras un tiempo muerto. O cuando Suso, el animador de la selección, durante un tiempo muerto te diese un golpe no intencionado en la cara para hacerte gritar más aún a favor de la selección. O cuando se porducían esos cruces de miradas de los jugadores contigo mientras estaban calentando y pasaban a tu lado en la rueda de calentamiento... y tú te quedabas embobado sin saber muy bien que hacer, más que intentar grabar todo eso lo mejor posible en tu cerebro. O como cuando ves al fisioterapeuta de la selección, y recuerdas que fue el mismo que consiguió que tú no te tuvieses que operar de tu pierna tras un año de lucha y de sesiones de fisioterapia continuadas. O como cuando escuchas a Calderón dar órdenes a todos sus compañeros en todo momento. O cuando haces lo propio con Jasikevicius (aunque en este caso no lo entiendas por cuestiones idiomáticas). O como cuando oyes a los jugadores lituanos llamarle de todo al árbitro, en inglés, para que lo entienda. O como cuando ves a Berni hacer un dos a uno justo delante de tus narices, y animas de la misma forma que cuando animas a algún compañero de cualquier equipo en el que hayas jugado. O cuando ves que para salir de ese dos a uno Songaila viene a bloquear a Jasikevicius y le cantas el bloqueo a Berni. O como cuando ves el desplazamiento lateral de Cabezas o Calderón y te quedas impresionado. O como cuando ves la velocidad de Calderón en transició. O como cuando ves a Saras dar uno de esos pases imposibles que él tan bien sabe dar. O como ves la potencia con la que Kleiza irrumpe en la zona española y se calca un mate con un facilidad pasmosa. O como cuando ves en el calentamiento a Navarro intentar hacer varios mates sin conseguirlo, lo que te hace volver a pensar el gran mérito que tiene un jugador como él sin unas cualidades físicas notables. O como cuando ves a Calderón hacer un mate a dos manos sin forzar en la rueda de calentamiento.













O como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como...
En fin... inolvidable, sin la menor duda.

viernes, 17 de agosto de 2007

Die Rückkehr

Casi cuatro meses, casi. Ese es el tiempo desde que por última vez publqué algo en este blog. Sí. Cuatro meses en los que muchas cosas han pasado, no sólo en este mundo loco en el que vivimos, sino también en mi mundo personal.
Diversas han sido las circunstancias que me han hecho dejar de escribir en este blog: algunas técnicas, otras morales y, otras, por así decirlo, temporales. Ya sé que no queda muy claro, pero creo que tampoco es muy importante. El caso es que vuelvo por aquí, no sé cuanto tiempo, pero vuelvo.
Sólo quería avisar.

lunes, 23 de abril de 2007

La vida (II)

La vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes.
John Lennon.

domingo, 22 de abril de 2007

Esos gigantes















Si fuese molino de viento no podría disfrutar de la vida.
Siempre moviéndome pero sin poder avanzar.
Siempre girando sin poderme marear.
Siempre tan alto pero sin poder saltar.

Pero como no soy molino de viento puedo disfrutar de la vida.
Puedo moverme para avanzar.
Puedo marearme de tanto girar.
Puedo saltar para llegar más alto.

No soy molino, pero quiero girar.

jueves, 19 de abril de 2007

La toalla

Cómo odio cuando salgo de la ducha y me dispongo a secarme y me doy cuenta de que se me ha olvidado coger la toalla para tenerla a mano. Y entonces viene lo peor: una acción que tiene como resultado dos consecuencias nefastas. La primera, obvia, tener que salir en pelotillas con lo calentito que se estaba y, por consiguiente, perder todo el gustito acumulado. La segunda es tener que ir a coger la toalla (peor cuando la tienes colgada porque pusiste la lavadora y se te olvidó recogerla) hasta donde esté y, de este modo, mojar todo, lo que conlleva tener que secar y limpiar todo después.
Pues eso, que cómo lo odio (también cuando me doy cuenta de esto mientras me ducho, porque así ya no disfruto totalmente de la ducha, aunque al menos me voy mentalizando, y el shock no es tan grande).

miércoles, 18 de abril de 2007

¿Por qué calefacción?

Eso me pregunto yo cuando entro en un autobús en unos días de calor como los que estamos sufriendo y, en vez de estar puesto el aire normal (dado que parece que aquí no se lleva lo del aire acondicionado), está puesta la calefacción a tope, de manera que en el autobús todavía se pasa más calor que por la calle.
Cosas de los alemanes.

sábado, 14 de abril de 2007

La vida (I)

Te pasas la vida esperando que pase algo, y lo único que pasa es la vida.
John Lennon.

domingo, 8 de abril de 2007

Una canción

Hay pequeños detalles que realmente hacen de la vida algo distinto cuando los vives. Son nimios, pero te hacen sentir mejor. A ver si poco a poco los voy recopilando, empezando por el de este jueves.
Un pequeño detalle es estar en el gimnasio, rodeado de gente que no sé por qué pero tiene la manía de no hablar español, y de repente, de fondo, escuchar Comptine d'un autre été, l'après midi, aunque sea en un programa de mierda para adolescentes, de estos de parejas pero que están totalmente guiados, y que no son en directo, sino grabados, en la VIVA alemana. Entonces, a pesar de estar como a unos diez metros de la tele reaccionas porque de fondo se escuha un piano que suena como los ángeles. Y vas rápidamente a la tele, y te tragas un poco de esa puta mierda de programa solo porque de fondo suena Yann. Y la gente no entiende, no sabe, no reacciona, obviamente porque o no conocen la música o porque aun conociéndola no comparten mi gusto. O porque aun sin conocerla no lo compartirían. Pero tú te sientes distinto, raro, pero un poco especial.
Y ese es uno de esos detalles que interiormente te hacen sentir mejor. Y no por el hecho de sentirte raro, sino por el hecho de escuchar esa canción cuando menos te lo esperas.

sábado, 7 de abril de 2007

Beirut, o el descurimiento musical de mi 2006




















Nacido en Nuevo Mexico (EEUU), 21 años de edad y una toda una carrera musical por delante de la que se esperan muchas cosas buenas: ese es Zach Condon, el único componente de Beirut. El mismo que en el 2006 ha irrumpido con un disco, Gulag Orkestar, y un EP, Lon Gisland, que han conseguido transportarme a otro mundo al escucharlos. Su música es difícil de definir, pero viene sonando como una mezcla entre música de los Balcanes, folk y toques rockeros.
Diversos instrumentos marcan el estilo de Beirut, como por ejemplo la trompeta, el ukelele, el acodeón, la batería... pero lo que llama la atención es que no ha usado para nada la guitarra ni el bajo. Pero el resultado es brutal, abrumador, brillante, magnífico, impresionante.
Tal y como se puede leer en esta entrevista, Zach Condon realizó casi por completo el disco en su habitación, lo que hace todo esto aún si cabe más increíble.

Algunos ejemplos que dicen de lo que es capaz este chico:

Postcards from Italy.

The times we had...
Oh, when the wind would blow with rain and snow were not all bad...
We put our feet just where they had, had to go... never to go.

The shattered soul following close but nearly twice as slow.
In my good times... there were always golden rocks to throw
at those who... those who admit defeat too late.
Those were our times, those were our times...

And I will love to see that day, that day is* mine.
When she will marry me outside, with the willow trees and play the songs we've made...
They made me so... and I would love to see that day... her day was mine.

* En la versión del disco. En directo siempre dice "was".





Scenic World
.

The lights go on, the lights go off.
When things don't feel right I lie down like a tired dog licking his wounds in the shade.

When I feel alive I try to immagine a careless life, a scenic world where the sunsets are all...
breathtaking, breathtaking.

domingo, 1 de abril de 2007

Yann Tiersen

¿Acaso existe algo más bello musicalmente hablando que la música que en su momento creó el bretón Yann Tiersen? Pues la respuesta, para mí, es absolutamente negativa. Su música no deja de sorprender por más que la escuches, es algo inexplicable. Es como montar una y otra vez en una montaña rusa: cada vez experimentas algo distinto a la anterior vez, como si cada vez fuese la primera vez. Pero a medida que vas repitiendo la experiencia, te van dando cada vez más ganas de volver a repetirla...Puede que mucha gente no sienta lo mismo... pero lo cierto es que yo no sería quien soy sin Yann Tiersen, eso más que seguro... Por muchas razones esto es así... parece mentira que un músico pueda marcar tanto la vida de una persona... pero así es... Para mí Yann es el no va más, el súmmum, todo lo que siempre, musicalmente hablando, he buscado. Lo que siempre he anhelado, musicalmente hablando. Lo que siempre me hace sentir bien. Lo que siempre que quiero compadecerme de mí mismo me acompaña. Lo que siempre que quiero intentar algo distinto me anima a ello. Lo que siempre que quiero ser mejor persona, me anima a serlo (por las razones que sean). Lo que siempre que estoy sensible me hace llorar, pero no para mal, sino para reconfortarme. Lo que siempre que necesito un descanso, me lo ofrece. Lo que siempre que estoy confuso me anima a recapacitar sobre las distintas cosas que me suceden. Lo que siempre que necesito un "algo" me lo ofrece. Lo que siempre que no me encuentro al 100% me da fuerzas para conseguirlo.
Sí, sé que estas palabras pueden sonar a chalado... pero si esto sucede es porque realmente el que lee estas palabras no puede llegar a comprender lo que quiero explicar, posiblemente porque no sienta realmente lo que Yann significa para mí... Pero si realmente alguien consigue al menos intuir lo que quiero explicar es porque de un modo u otro ha conseguido experimentar a Yann de la misma forma que yo lo hago. Así que todo lo que escribo no le debe sonar a lengua extranjera, sino todo lo contrario, le debe sonar a lengua conocida. Por lo tanto cierro esta entrada simplemente agradeciendo a Yann Tiersen que se haya formado en el mundo de la música, y que haya tenido tales inquietudes musicales que le hayan llevado a publicar diversos discos, de tal modo que gente como yo pueda disfrutar de los mismos sin mayor esfuerzo.
Lo único que queda es estar agradecido a Yann por crear una música tan maravillosa. Y darle las gracias por, involuntariamente, marcar tanto mi vida.

sábado, 31 de marzo de 2007

Hacer feliz

Me gusta hacer feliz a los demás.

No me gusta no ser capaz hacer feliz a los demás (a aquellos que, desde mi punto de vista, se lo merezcan).

Hacer feliz: dícese del resultado de una acción que, por pequeña que sea, provoca en otra persona una sonrisa, un gesto de placer, y que consigue despertar en esa otra persona algún tipo de simpatía hacia ti. En definitiva, conseguir que alguien se encuentre a gusto con tu compañía, ya sea una persona conocida, una persona amiga o una persona que sea algo más.

miércoles, 28 de marzo de 2007

Puto conformismo, aunque siendo realista.

Hay veces en que las cosas parece que son lo que quieres que sean... parece que todo va como debe... pero entonces llega el puto conformismo... intentas que esta vez no, esta vez no va a volver a pasar... y ves que debes actuar. Pero en el fondo sabes que no vas a hacer nada. Entonces decides hacer algo... y lo haces. Pones fin a esos pensamientos, y al menos te mueves. Y parece que todo sale como debe, o al menos como tú esperas. Pero justo cuando todo parece encajar... aparecen imprevistos... y vuelta a empezar. Posiblemente no seas la persona adecuada para afrontar algunas situaciones... pero en el fondo es lo de siempre. Remar hasta la orilla para morir ahogado. Y lo peor es que las cosas parece que encajan viéndolas objetivamente. Aunque en el fondo seguro que hasta en eso uno ha de estar equivocado. Pero son cosas típicas ya, a estas alturas. Así que lo mejor que puede hacer uno en estas situaciones (como en tantas otras parecidas, y en tantas otras que no tienen absolutamente nada que ver con esta) es irse a cama a dormir. Olvidar algunas cosas, y vuelta a empezar. Otra capa más para la cebolla, que por lo menos parece que últimamente no pica, no, no como otras tantas veces, pero que al fin y al cabo sigue engordando. Hay que poner fin a esto de una vez, como hay que poner fin a tantas otras cosas. Así que, por qué no, empezar mañana. Ya, pero claro. Siempre mañana. ¿Por qué dejar para mañana lo que puedes hacer hoy? Si al fin y al cabo mañana pensarás otra vez en dejarlo para pasado. No sé, deben ser cosas genéticas, o cosas que te han marcado durante tu existencia. Pero en fin, hay que vivir con ellas. Pues no. A veces hay que intentar romper con ciertas cosas. Los cambios pueden ser muy buenos, aunque muchas veces cueste asimilarlos. Aunque a veces nos cueste asumirlos. Pero, ¿qué es sino la vida? Continuos cambios. Una sucesión de cambios, menores o mayores, pero al fin y al cabo, una sucesión de cambios. Por eso es que, a veces, provocar un cambio más en medio de la vorágine de cambios, pues no está de más. No, no lo está. Aunque entonces es cuando uno echa la vista atrás... y se plantea ciertas cosas, ciertas putas cosas, que parece que no dejan de aparecer en los momentos menos adecuados. Pero cosas que, obviamente, no son excusa para nada. No lo son, en absoluto. Por eso es mejor mirar hacia adelante, mirar lo que se avecina... pensar en lo bien que se encuentra uno ahora mismo... pero entonces pensar en que uno aún podría estar mucho mejor. Pero en el fondo todo es relativo. ¿Qué es estar bien? Pregúntale a alguien que no tenga techo. O a alguien que no tenga recursos para poder vivir decentemente. Pregúntale si no a alguien que se haya fastidiado su vida de alguna forma, como un accidente de tráfico... probablemente provocado por un error ajeno. Pregúntale. Pregúntale a alguien que por cosas de la vida se haya enganchado a alguna sustancia que le provoca una dependencia absoluta. Pregúntale a aquel que no se haya fastidiado su vida, sino que se la hayan fastidiado... probablemente por un error ajeno... pero que no recae sobre él... sino sobre sus seres queridos. Pregúntale al que se entera de casualidad de que tiene una enfermedad terminal. Pregúntale...¿No quisiera una vida parecida a la de cualquier persona que no haya pasado por eso? Pues seguramente que sí. Entonces, ¿son en el fondo tan importantes las cosas de las que uno se queja? Pues seguro que no, seguro. Pero claro, estando acostumbrados a ciertos lujos, nos parece que somos una mierda cuando no es así. Nos parece que el mundo se confabula contra nosotros, cuando realmente, y en el fondo, es todo lo contrario. Absolutamente todo lo contrario. Por eso es necesaria, muchas veces una gran cura de humildad. Aunque en el fondo, uno siga pensando que deben cambiar ciertas cosas, o que ciertas cosas deben ser cambiadas por uno. Aunque en el fondo sigas pensando lo mismo. Pero al menos no tan escandalosamente. Aunque en el fondo, y al cabo de un tiempo, todo siga siendo igual que antes de replantearte todo o, si no igual, muy muy parecido. Aunque en el fondo, por mucho que te desahogues, todo parece la misma mierda (y bendita mierda) de siempre. Aunque realmente todo dependa de cómo te plantees ciertas cosas. Aunque, valga la expresión, todo sea, en el fondo, una mierda de primera clase; una mierda que ya quisiera mucha gente poder oler; una mierda que ya quiesiera mucha gente poder oler para luego vomitar del asco (y bendito asco); una mierda que ya quisiera mucha gente poder cagar; una mierda que ya quisiera mucha gente poder recoger; una mierda que ya quisiera mucha gente poder pisar; una mierda que ya quisiera mucha gente poder ver cómo se seca. Porque parece que con el tiempo se va secando. Pero es lo que hay. En estos casos, repito, lo mejor que se puede hacer uno es irse a dormir, para no revolcarse en su gloriosa mierda, esa que tantos desearían. Aunque siempre quedará ese olor, esas ganas de vomitar... de vomitar cosas que deberían ser manjares, pero de vomitar...
Pues eso, puto conformismo. Siempre nos quedará Yann.

lunes, 26 de marzo de 2007

El zumo de naranja

Me gusta beber un buen zumo de naranjas recién sacadas de la nevera por las mañanas.

No me gusta beber los zumos de naranjas envasados, ni por la mañanas ni nunca.

lunes, 19 de marzo de 2007

Es schneit















Después de mucho tiempo (unos 23 años largos) y de pensar en ello unas cuantas veces por fin se ha cumplido uno de mis antiguos deseos: ver nevar en persona. Y poder ver lo despacio que caen los copos de nieve. Y poder andar por la calle bajo la nieve. Y poder sentir el frío de la misma cuando se te cuela por el cuello. Y poder ver tu pelo casi más blanco que negro. Y poder sentir cómo los copos de nieve te caen en los labios y se derriten al momento. Y poder, en definitiva, tener una sensación que hasta este día no habías tenido.
Siempre es bonito que pasen cosas como esta.

martes, 13 de marzo de 2007

Mi habitación

Me gusta tener mi cuarto ordenado (aunque a veces me agrade romper levemente esta norma).

No me gusta empezar a ordenar mi cuarto después de que "se desordene" más de la cuenta (pero sí me gusta a medida que va quedando menos para que esté completamente ordenado).

jueves, 8 de marzo de 2007

Típica sobremesa
















(PLANO DESDE LAS GRADAS)

- Mirad la máquina de Coca-cola.
- Sí, ¿y qué?
- Pues sigue mirando, sigue.
(zsss, zsss, zsss)
- ¡Ahí lo tienes, en llamas!
(zsss, zsss, zsss)
- Jajaja. ¡y lleva los guantes!
- Sí, sí. Y las gafas, para que no le lloren los ojos al ir tan en llamas.
- Jajajaja. ¡Qué bestias sois!
(zsss,zsss,zsss)
- Cuidado, cuidado. No miréis. Que si no igual nos empieza a preguntar por aviones de combate.
- ¡O peor! Nos pide apuntes.
- Sí, claro, para mocarlos todos.
(zsss, zsss, zsss)
- (Imitando, voz aguda) "Oye, mira. ¿Tú tienes PEM?"
- Jajaja. ¡Otiááaáááá! ¡Que da la vuelta!
- Ahí lo va. En llamas, directito.
- Ya. Pero no tiene los radiadores mullidos.
- Ya, a ver cómo corrige.
(zsss, zsss...)
- ¡Ahí lo va!
- Es que al parecer anda de pruebas, qeu los de Bridgestone no dan encontrado un buen compuesto para esta temporada.
- ¡Que va, que vaaaaaaa!

(CAMBIO DE CÁMARA. PLANO DESDE LA TERRAZA DE LA CAFETERÍA)

(Sin sonido. Fundido y fin de escena.)

Basada en hechos reales.

Todos los personajes que se puedan intuir en esta historia son reales.

Cualquier coincidencia con la realidad no es, por tanto, fruto de la casualidad.

Protagonizada por todos aquellos que alguna vez han vivido algo parecido en la ETSET.

Agradecimientos: a todos aquellos que me han hecho vivir escenas como esta.

Dedicada a los mismos.


martes, 6 de marzo de 2007

Adiós, ríos; Adiós, fontes.

Adiós, ríos; adiós, fontes;
adiós, regatos pequenos;
adiós, vista d'os meus ollos,
non sei cando nos veremos.

Miña terra, miña terra,
terra donde m'eu criei,
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que prantéi.

Prados, ríos, arboredas,
pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiñas d'o meu contento.

Muíño d'os castañares,
noites craras d'o luar,
campaniñas timbradoiras
d'a igrexiña d'o lugar.

Amoriñas d'as silveiras
que eu lle daba ô meu amor,
camiñiños antr'o millo,
¡adiós para sempr'adiós!

¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Deixo a casa onde nascín,
deixo a aldea que conoço,
por un mundo que non vin!

Deixo amigos por extraños,
deixo a veiga pol-o mar;
deixo, en fin, canto ben quero...
¡quén puidera non deixar!

Mais son probe, e, malpocado,
a miña terra n'é miña,
qu'hastra lle dan de prestado
a beira por que camiña
ô que nasceu desdichado.

Téñovos, pois, que deixar,
hortiña, que tanto amei,
forgueiriña d'o meu lar,
arboriños que prantei,
fontiña d'o cabañar.

Adiós, adiós, que me vou,
herbiñas d'o camposanto,
donde meu pai se enterrou,
herbiñas que biquei tanto,
terriña que nos criou.

Adiós, Virxe d'a Asunción
branca com'un serafín:
lévovos n-o corazón;
pedídelle á Dios por min,
miña Virxe d'a Asunción.

Xa s'oyen lonxe, moi lonxe,
as campanas d'o pomar;
para min, ¡ai!, coitadiño,
nunca máis han de tocar.

Xa s'oyen lonxe, máis lonxe...
Cada balad'é un delor;
voume soyo, sin arrimo...
miña terra, ¡adiós!, ¡adiós!

¡Adiós tamén, queridiña...
Adiós por sempre quizáis!...
Dígoche este adiós chorando
desd'a veiriña d'o mar.
Non m'olvides, queridiña,
si morro de soidás...
tantas légoas mar adentro...
¡Miña casiña!, ¡meu lar!

Rosalía de Castro.

domingo, 4 de marzo de 2007

Après la chute















Sin el vendaje las cosas se vuelven a ver distintas. Realmente se vuelven a ver distintas desde el día en que se pueden dejar las muletas a un lado. Bueno, en realidad se ven distintas porque aquí todo es distinto. La gente, las calles, las casas, los autobuses, tu manera de ver la vida...todo eso cambia en un abrir y cerrar de ojos.
Como cuando vas a registrarte al ayuntamiento y un energúmeno agrede a una funcionaria y sale corriendo mientras grita a saber lo qué. En medio del desconcierto empieza a sonar la alarma de incendios. Y tienes que abandonar el edificio. Rápidamente llegan los bomberos y una ambulancia. Visto que no había pasado nada, todo se reanuda con total normalidad.
O como cuando vas por la calle y ves que realmente no has visto mundo, que en tu país no hay un ambiente multicultural como en este.
O como cuando sales por primera vez por la noche con una zapatilla en un pie y una bota en el otro, y te das cuenta que quizá es eso lo que atrae a un hombre de mediana edad a intentar algo contigo.
O como cuando antes de salir te pasas tres horas en una habitación de una persona que acabas de conocer precisamente entrando en su habitación, y con una decena de personas más que conociste apenas veinticuatro horas antes y te lo pasas como hacía tiempo que no lo hacías.
O como cuando en esa habitación bebes más cerveza de la que nunca en una noche has bebido.
O como cuando... o como cuando... o como cuando...

lunes, 26 de febrero de 2007

La chute















Y así es la vida. O así son las cosas. "And so it is", que diría el de Celbridge. Una acción forutita y todos tus planes se ven trastocados.
Raras veces las cosas salen como uno espera. Y eso suele doler, más o menos, según las situcaciones, pero suele doler. No obstante, el dolor se agudiza cuando ya todo parece encarrilado, cuando ya prácticamente no queda nada para completar las cosas como uno espera, y entonces las cosas se tuercen, por una acción fotuita. Y tienes que cambiar unas cuentas cosas que parecían cerradas desde hace días. Son las cosas del destino.
Así, al menos, os presento a mis nuevas amigas, que espero que me acompañen lo mínimo posible, junto con mi mala pata.

sábado, 24 de febrero de 2007

Salir

Me gusta despertarme tarde después de haber salido por la noche y habérmelo pasado bien.

No me gusta despertarme tarde (tampoco temprano) después de haber salido y no habérmelo pasado bien.

sábado, 17 de febrero de 2007

Extractos de El perfume

Extracto primero.

"El bastardo de Pélissier poseía sin duda a los treinta y cinco años una fortuna mayor de la que él, Baldini, había logrado amasar después de tres generaciones deperseverante trabajo. Y la de Pélissier aumentaba día a día, mientras la suya, la de Baldini, disminuía a diario. ¡Una cosa así nohabría podido ocurrir nunca en el pasado! Que un artesano prestigioso y commerçant introducido tuviera que luchar por su mera existencia no se había visto hasta hacía pocas décadas. Desde que el frenético afán de novedad reinaba por doquier y en todos los ámbitos, ¡sólo se veía esta actividad incontenible, esta furia por la experimentación, esta megalomanía en el comercio, en el tráfico y en las ciencias!
¡Y la locura de la velocidad! ¿Para qué necesitaban tantas calles nuevas, que se excavaban por doquier, y los puentes nuevos? ¿Para qué? ¿Qué ventaja tenía poder viajar a Lyon en una semana?¿A quién le importaba esto? ¿A quién beneficiaba? ¿O cruzar el Atlántico, alcanzar la costa americana en un mes? Como si no hubieran vivido muy bien sin este continente durante miles de años! ¿Qué se le había perdido al hombre civilizado en lasselvas de los indios o en tierras de negros? Incluso iban a Laponia, que estaba en el norte, entrehielos eternos, donde vivían salvajes que comían pescado crudo. Y ahora querían descubrir unnuevo continente, que por lo visto se hallaba en los mares del sur, dondequiera que estuviesen éstos. ¿Y para qué tanto frenesí? ¿Porque lo hacían los demás, los españoles, los malditos ingleses, los impertinentes holandeses, contra quienes se libraba una guerra cuyo coste era exorbitante? Nada menos que 300.000 libras —pagadas con nuestros impuestos— costaba un barco de guerra, que se hundía al primer cañonazo y no se recobraba jamás. Ahora el señor ministro de Finanzas exigía la décima parte de todos los ingresos, lo cual era ruinoso aunque no se pagara, porque el estado de ánimo general era de por sí nocivo.
La desgracia del hombre se debe a que no quiere permanecer tranquilo en su habitación, que es su hogar. Esto lo dice Pascal. Pero Pascal fue un gran hombre, un Frangipani del espíritu, un verdadero artesano, y hoy en día nadie pregunta a estos hombres. Ahora se leen libros subversivos de hugonotes o ingleses, o se escriben tratados o las llamadas grandes obras científicas en las quetodo se pone en tela de juicio. Ya no sirve nada; de improviso, todo ha de ser diferente. En un vaso de agua tienen que nadar unos animalitos que nadie había visto antes; la sífilis ha de ser una enfermedad muy normal y no un castigo de Dios; Dios, si es que fue l quien lo creó, no hizo el mundo en siete días, sino en millones de años; los salvajes son hombres como nosotros; educamos mal a nuestros hijos; y la tierra ya no es redonda como hasta ahora, sino ovalada como un melón... ¡como si esto importara algo! En todos los terrenos se hacen preguntas, se escudriña, se investiga, se husmea y se experimenta. Ya no basta decir que una cosa existe y describirla: ahora todo tiene que probarse, y mejor si se hace con testigos, datos y algunos experimentos ridículos. Todos esos Diderot, D'Alembert, Voltaire y Rousseau, o como se llamaran aquellos escritorzuelos —¡entre los cuales había incluso clérigos, y caballeros nobles, por añadidura!— la han armado buena con sus pérfidas inquietudes, su complacencia en el propio descontento y su desprecio por todo lo del mundo, ¡contagiando a la sociedad entera el caos sin límites que reina en sus cerebros! Dondequiera que uno dirigiese la mirada, reinaba el desenfreno. La gente leía libros, incluso las mujeres. Los clérigos se metían en los cafés. Y cuando la policía intervenía y encerraba en la cárcel a uno de aquellos canallas, los editores ponían el grito en el cielo, elevando peticiones, y encumbrados caballeros y damas hacían valer su influencia hasta que lo dejaban libre a las dos semanas o le permitían marchar al extranjero, donde podía seguir pergeñando panfletos con total impunidad. En los salones sólo se hablaba de trayectorias de cometas y expediciones, del principio de la palanca y de Newton, de construcción de canales, circulación de la sangre y diámetro de la tierra.
Incluso el rey se dejó presentar un disparate ultramoderno, una especie de tormenta artificial llamada electricidad: en presencia de toda la corte, un hombre frotó una botella, haciendo surgir chispas, y los rumores decían que el rey se mostró muy impresionado. ¡Era inimaginable que su bisabuelo, el Luis realmente grande bajo cuyo próspero reinado Baldini había tenido la dicha de vivir muchos años, se hubiera prestado a sancionar una demostración tan ridícula! ¡Pero tal era el espíritu de los nuevos tiempos, que a la fuerza terminarían muy mal!
Porque cuando sin la menor vergüenza ni inhibición se desafiaba la autoridad de la Iglesia de Dios; cuando se hablaba sobre la monarquía, igualmente bendecida por Dios, y de la sagrada persona del rey como si fueran ambos puestos variables en un catálogo de otras formas de gobierno que uno pudiera elegir a su capricho; cuando, finalmente, se llegaba tan lejos como para afirmar con toda seriedad que el Dios Todopoderoso, el Supremo Hacedor, no era imprescindible y el orden, la moral y la felicidad sobre la tierra podían existir sin l, con la mera ayuda de la moralidad innata y la razón humana... ¡oh, Dios, Dios!... entonces no era de extrañar que todo se trastocara y las costumbres se deterioraran y la humanidad hiciera recaer sobre sí la justicia de Aquél de quien renegaba. Las cosas terminarían muy mal. El gran cometa de 1681, del que se habían mofado, describiéndolo como sólo una lluvia de estrellas, fue sin duda alguna un aviso divino, pues anunció —ahora se sabía— un siglo de desmoralización, de caída en un pantano intelectual, político y religioso, creado por el hombre, en que la humanidad se precipitaría y en el cual sólo prosperarían malolientes plantas palustres como el tal Pélissier."

Extracto segundo.

"Y aunque sabía que debería pagar un precio terriblemente caro por la posesión de aquella fragancia y su pérdida inevitable, tanto la posesión como la pérdida se le antojaron más apetecibles que la lapidaria renuncia a ambas. Porque durante toda su vida no había hecho más que renunciar, pero nunca había poseído y perdido.
Poco a poco se le esfumaron las dudas (...) Sin embargo, Grenouille no habría sido Grenouille si un sentimiento fatalista y heroico le hubiera satisfecho durante mucho tiempo. Poseía para ello una personalidad demasiado tenaz, un temperamento demasiado retorcido y un espíritu demasiado refinado. De acuerdo... había decidio poseer la fragancia (...). Y si al cabo de pocas semanas la perdía (...) no le importaría. Sería mejor, sin embargo, (...) continuar en posesión del perfume, o al menos aplazar todo lo posible su pérdida. Había que hacerlo durar más. Había que eliminar su volatilidad sin arrebatarle sus cualidades... un problema de perfumería."

Extracto tercero.

"Tuvo una horrible sensación porque no podía disfrutar ni un segundo de aquel triunfo. (...) En aquel instante volvió a invadirle la enorme repugnancia que le inspiraban los hombres y ésta le amargó el triunfo hasta tal extremo, que no sólo no sintió ninguna alegría, sino tampoco el menor rastro de satisfacción. Lo que siempre había anhelado (...), le resultó insoportable en el momento de su triunfo (...) Y supo de repente que jamás encontraría satisfacción (...)"

El perfume

Escrito por el bávaro Patrick Süskind, este libro nos cuenta la historia de Jean-Baptiste Grenouille, un peculiar personaje dotado de un don que ningún otro ser humano posee: un olfato súperdesarrollado. Agraciado con este don, el propio Grenouille decide sacarle provecho y pretende llegar a ser el mejor perfumista del mundo. Se decide a aprender todo lo posible sobre el oficio para poder expresar los olores que lleva dentro, de la misma forma que un compositor musical se expresa mediante la creación de obras musicales. Pero poseer tan formidable don no será nada fácil para el bueno de Grenouille, consciente de su don, pero también de las implicaiones que éste tiene en su vida.
La obra no sólo nos narra la historia de Grenouille, sino que también intenta retratar un poco la sociedad del siglo XVIII en Francia, el ambiente que se respira en París (y nunca mejor dicho) y en otras ciudades donde transcurre la narración.
Por momentos la narración es muy fluida. Pero lo que más destaca son, sin duda, ciertas descripciones en las que el autor se recrea, pero que hacen parecer que el libro que uno tiene entre sus manos emane olor... el mismo que es descrito en las páginas del libro.
A pesar de todo, el libro no me convence del todo, cosa que me suele pasar con la mayoría de libros que leo. Hay partes que no encajan del todo. Pequeñas, sí, pero que hacen que no consiga disfrutar del todo la lectura si pienso sobre ellas. Pero claramente lo recomendaría a quien tenga unas pocas horas libres, ya que no es, para nada, largo. Y, sin duda, engancha.


jueves, 15 de febrero de 2007

Qué suerte he tenido de nacer

Qué suerte he tenido de nacer,
para callar cuando habla el que más sabe,
aprender a escuchar, ésa es la clave,
si se tiene intenciones de saber.

Qué suerte he tenido de nacer,
y lo digo sin falsos triunfalismos,
la victoria total, la de uno mismo,
se concreta en el ser y en el no ser.

Qué suerte he tenido de nacer,
para cantarle a la gente y a la rosa
y al perro y al amor y a cualquier cosa
que pueda el sentimiento recoger.

Qué suerte he tenido de nacer,
para tener acceso a la fortuna
de ser río en lugar de ser laguna,
de ser lluvia en lugar de ver llover.

Qué suerte he tenido de nacer,
para comer a conciencia la manzana,
sin el miedo ancestral a la sotana
ni a la venganza final de Lucifer.

Pero sé, bien que sé...
que algún día también me moriré.
Si ahora vivo contento con mi suerte,
sabe Dios qué pensaré cuando mi muerte,
cuál será en la agonía mi balance, no lo sé,
nunca estuve en ese trance.

Pero sé, bien que sé...
que en mi viaje final escucharé
el ambiguo tañir delas campanas
saludando mi adiós, y otra mañana
y otra voz, como yo, con otro acento,
cantará a los cuatro vientos...

Qué suerte he tenido de nacer.

Alberto Cortez.

martes, 13 de febrero de 2007

El autobús

Cómo jode cuando pillas el autobús justo de tiempo para llegar a algún lado y, por culpa de los coches aparcados en doble fila, no llegas a la hora que deberías, dado que el autobús no puede pasar. Pero bueno, te lo tomas con calma y empiezas a curiosear las reacciones de la gente. Todo empieza con protestas en alto clamando al cielo, pero con un objetivo: aliarse con los demás pasajeros para hacer frente a la amenaza común: el/la conductor/a del coche mal estacionado. Después de esa primera fase, empieza la segunda: los pasajeros se sienten uno en contra del enemigo común. Empiezan a establecer conversaciones vacías que sólo persiguen poder liberar un poco de tensión ante la amenaza que les está retrasando. Y entonces es cuando llega el mejor momento: entra en escena el conductor del coche mal estacionado. Bueno, en los dos casos que me han afectado esta semana (sí, estamos a martes) han sido conductoras. Y aquí es cuando los dos casos divergen: el lunes conducía el autobús una mujer. Hoy martes, no.
Y a pesar de lo que estáis pensando, os voy a contar lo que pasó. El lunes la conductora del autobús, después de soltar unos cuantos improperios y quedarse a gusto (al parecer no lo suficiente) vio cómo se acercaba la conductora del coche y rápidamente dijo "Mujer tenías que ser". Yo flipé. Una mujer que le diga eso a otra. En fin. Después de instarle a que moviese el coche siguió en su línea de improperios. Pero la pobre conductora no podía entrar en el coche porque tenía por el lado del volante el autobús impidiéndole la entrada y, por el otro, un contenedor. "¿Tú ves la cola que tengo detrás? No puedo mover el autobús porque tendrían que despalazarse todos los coches para atrás. Arréglatelas como puedas" Total, que al final tuvo que rayar un poco la puerta para poder entrar en el cohe.
Y hoy, bueno, lo de la conductora del ¿coche? (era uno de estos que no hace falta el carné para pilotarlos, un ciclomottor con cuatro ruedas) tiene delito. Después de las fases uno y dos, llegó la tercera: apareció la conductora. Y directamente se fue a hablar con el conductor del autobús que, muy amablemente la trató. Y la excusa fue "es que es la primera vez que uso el cohe, lo acabo de comprar, y ese piloto que estaba rojo me acaban de decir que era que el coche estaba en la reserva, pero yo no lo sabía. Así que tengo que ir a buscar gasolina". A lo que sigió la fase cuatro (fase que no existió el lunes porque todo lo que había que decir ya lo hizo en ese caso la conductora del autobús): gritos, de hombre en su mayoría, poniendo a parir a la mujer.
Eso sí, una vez acaban estas situaciones, notas que te jode llegar tarde, porque, básicamente, eres una persona a la que no le gusta llegar tarde a los sitios.

viernes, 9 de febrero de 2007

La baldosa de la acera

Cómo jode ir por la calle el típico día de lluvia y pisar esa baldosa de la acera que parece que no tiene ningún defecto... pero sólo parece. Porque está ahí, expectante, con una buena cantidad de agua almacenada debajo, sin que la veas, oculta como un tesoro. Y está ahí, esperando a que la pises y te salpique el agua que tiene en sus entrañas por encima de tus zapatos o incluso al pantalón. Pero, sobre todo, está esperando a que después de que te mojes te cagues en todo. Y mucho mejor si realmente te cabrea esa situación. Porque entonces es cuando te desafía para la próxima vez que pases por ahí. Y tanto mejor se cuando llevas ese calzado no precisamente adecuado para el agua, ¡ah! Ahí sí que se lo pasa bien, y se ríe de ti. Y tú no puedes hacer nada por evitarlo...

miércoles, 7 de febrero de 2007

Vientos de agua

Creada y dirigida por Juan José Campanella, esta serie de 13 capítulos narra diferentes historias personales, todas con un nexo en común: la emigración (o la inmigración, dependiendo desde que lado se mire). Y tiene lugar en dos periodos de tiempo distintos, uno que empieza antes de la Guerra Civil y otro que transcurre en la actualidad. La serie está protagonizada por Ernesto Alterio, Héctor Alterio y Eduardo Blanco. Aunque hay muchos actores y actrices que tienen papeles muy muy relevantes. Héctor Alterio y Ernesto Alterio son el mismo personaje, uno en el tiempo pasado (Ernesto) y el otro en el presente.
La serie fue cortada por baja audiencia, después de ser estrenada por Telecinco. Y toda la gente con la que he hablado sobre la serie me ha dicho que es muy aburrida, que es normal que no tuviese éxito. Bueno, pues entonces el raro soy yo. A mí me ha parecido una serie muy cuidada. Empezando por el guión y por cómo se van sucediendo los acontecimientos y terminando por cómo está rodada y la apariencia en pantalla. Cuanto más avanzaba la serie más buena me parecía. Y hay capítulos que me han parecido muy bien logrados. No sé, ya digo que el raro he de ser yo. Pero yo recomendaría esta serie, sobre todo por el cambio radical que supone con respecto a la oferta actual: series estadounidenses, casi todas cortadas por el mismo rasero, o series nacionales, que también tienen todas ellas, de una manera u otra, unas formas comunes. En cambio, Vientos de agua, nos presenta los acontecimientos de una manera distinta. Más que una serie se puede decir que es una película dividida en capítulos de unos 75 minutos. Y todo ello aderezado con momentos de humor... y también con momentos muy tiernos... y también con momentos muy duros... y también con momentos muy agradables... y también con momentos muy realistas...
Aparte de los tres protagonistas que he citado, hay muchos otros actores y actrices conocidas. De entre las actrices desconocidas me veo obligado a citar a Bárbara Goenaga. Mujer que me parece extraoridinariamente guapa. Pocas veces me pasa lago así: ver a una mujer que aunque sé que a muchas otras personas seguro que no les parece excesivamente guapa, a mí me parece de una gran belleza. Una belleza simple, diferente a lo habitual. Una belleza que no empalaga, como tantas otras bellezas. Una belleza tan simple que hacía que no pudiese apartar la vista de la pantalla. Y eso que en la serie salen muchas otras actrices guapas. Pero esta se ha llevado la palma. Un descubrimiento. Y algo así merecía ser citado.
En definitiva, la serie me ha parecido exquisita en la forma, y con un fondo más que interesante.
Una escena de mediados de temporada...

martes, 6 de febrero de 2007

Descubrir

Me gusta descubrir música que todavía no haya escuchado.

No me gusta que haya tanta música por descubrir, porque es imposible descubrirla toda.

lunes, 5 de febrero de 2007

Campeones














Este fin de semana el Club Ourense Baloncesto se ha procalamado campeón de la Copa LEB-2, derrotando en semifinales al anfitrión y actual segundo clasificado en liga, el Rosalía de Santiago, y en la final al actual líder de la competición, el Ciudad de La Laguna CB Canarias. Impresionante el acierto desde la línea de tres puntos tanto en semifinales como en la final. Por encima del 50%, para enmarcar. Y todo ello sin ningún extranjero en la plantilla. ¿Qué pasará cuándo se refuercen con dos extranjeros? Pues el ascenso a LEB.
Predicción: Diego Aníbal Guaita acabará por jugar en ACB.

viernes, 2 de febrero de 2007

Monochrome

Hace unas tres horas y media iba yo en el coche por el medio de la ciudad, ventanillas bajadas, música a un volumen notable. Sonaba Yann Tiersen. Concretamente, Le Phare. Más conretamente, Monochrome. En un semáforo se coloca a mi lado el típico coche tuneadísimo. Dentro, tres personas. El conductor, un chico que no tendría más edad que yo. De copiloto, una chica: ¿su novia? Detrás, otra chica. Muy guapa. Me mira. La miro. Sonríe. Miro para el conductor, que me mira con cara de no muy buenos amigos. Tiene la ventanilla subida. Pero está escuchando Monochrome, seguro. Mira a su salpicadero. De repente empieza a sonar dentro de su coche una ¿música? estridente y repetitiva, a más volumen que la mía. Me vuelve a mirar con la misma cara de antes, mientras menea la cabeza adelante y atrás, como una paloma cuando se desplaza por tierra. Se me escapa una risa. Giro la cabeza y miro al frente. "Tú te lo pierdes, chaval".


Y la versión en directo, incluida en el disco C'etait ici.

jueves, 1 de febrero de 2007

Instantes

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido;
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.

Jorge Luis Borges.

miércoles, 31 de enero de 2007

Días agotadores

Me gusta tener tiempo para mí y descansar tras un día agotador.

No me gusta tener que madrugar la mañana siguiente a un día agotador.

martes, 30 de enero de 2007

El foro de los tiersenistas


Pues cosas de la vida. Te decides a escribir un blog. Tienes muchas secciones que arrancarán a su debido tiempo. Pero las tienes planeadas. Todo se va construyendo en tu mente y en tu hoja de "sugerencias" para el blog. Y de repente abres tu cuenta de correo y ves como un viejo amigo te dice que cierto foro vuelve a existir. Parte de la sección de Nostalgia se va al garete. Ves cómo tus ideas de introducir tus gustos musicales se van al garete. Sobre todo tu manera de introducir a Yann Tiersen, de una manera sutil y ordenada. Así que todo se va al garate. ¿Y qué? Da igual. Se hablará aquí de Yann, seguro. Pero ahora toca gritar por todo lo alto que...
EL FORO DE YANN TIERSEN HA VUELTO!!!
Foro que pertenecía a la mejor página mundial dedicada a este maravilloso músico, que ha desaparecido por las razones que sean. Foro que reaparece gracias a la gentileza de mAltieri. Y gracias a años y años de trabajo de Zorgsky, que ha sido el creador de esa gran página y, por tanto, el creador de tan maravilloso foro, que ahora lo recupera para goce y disfrute de tan notables usuarios.
Por eso da igual que se desestrucure un poco tu blog. Al fin y al cabo, apenas ha empezado a andar.

viernes, 26 de enero de 2007

La música

La música, ¡ay!, la música. ¿Qué sería de este mundo sin música? Pues algo totalmente distinto. Quizá no nos demos cuenta, pero la música está en todas partes. Allí donde uno pueda estar, siempre puede estar la música también. Nos levantamos y ponemos música. O si no la radio, y allí suena la música. O si no la televisión, y allí suena la música. O si no salimos a la calle y pasa un coche con la música a todo volumen. O entramos en una tienda y, como no, hay música de fondo. O vamos a una cafetería y se escuha música. O vamos por la calle y alguien se gana la vida haciendo sonar un instrumento, generando música. O cogemos un autobús... o vamos a un evento deportivo... o entramos en un centro comercial... o esperamos a que nos atienda el peluquero... o salimos de noche... o vamos al cine... o... o... o... o... o...
¿Pero qué es la música? ¿Cómo se define? Para mí la RAE da una gran definición de lo que es la música, en la cuarta acepción. Lo que no se explica en ningún lugar es qué sería de nuestras vidas sin la música. Es simple curiosidad. El caso es que gracias a unos cuantos genios existe. Y es lo que importa. ¿Acaso la música no es el mejor de los "inventos" que ha generado el ser humano? Para mí, por lo menos, lo es. Pocas cosas me hacen disfrutar tanto como escuchar la música que más me gusta. Y a parte se puede compaginar con casi cualquier otra actividad. ¿Alguien da más?

domingo, 21 de enero de 2007

Desperdiciando el agua

Hoy en día en muchos sitios nos conciencian de que debemos ahorrar la máxima agua posible porque ésta escasea. De todos modos es conocido el dato: la mínima parte del agua que se consume corresponde al consumo ciudadano pues la agricultura, lo campos de golf... gastan más del 80%. Bien es cierto que para cultivar es imprescindible el agua. Pero no de la manera que se gasta, ni en dónde se gasta. Quizá en zonas donde el agua escasea no se debería seguir cultivando cierto tipo de especies, pero claro, económicamente eso no interesa. Mejor dejar las cosas como están. Si luego falta el agua ya se verá lo que se hace. O bien volvemos a insistir en el trasvase, a ver si por fin suena la flauta del todo.
De todos modos hay otros sitios donde el auga no escasea tanto. Aunque hasta en Galicia hay restricciones en ciertas zonas por la escasez de agua en verano. De ahí que los ayuntamientos afectados (supongo que otros también) nos intenten concienciar de que el ahorro de agua es imprescindible para un desarrollo sostenible. Vaya milonga lo del desarrollo sostenible. Ese término mágico que los gobiernos se sacan de la mano para decir que se intentará respetar el medioambiente continuando con el desarrollo industrial. Pues bien. Concretando en el ayuntamiento de Vigo, hay que decir que conciencia a la ciudadanía en el ahorro de agua: que si un grifo que gotea puede gastar 5 metros cúbicos de agua al año (unos 5000 litros), que si se debe cerrar el grifo cuando te cepillas los dientes, etc. Lo típico. Lo mismo hace la Xunta de vez en cuando, algún anuncio para recordar estas cosas. Y me parece perfecto. Más que perfecto, añadiría. Lo que critico es que los mismos que nos conciencian del ahorro hagan que su ciudad, noche tras noche, sea regada de arriba a abajo mediante mangueras y camiones cisterna. Noche tras noche, haya llovido o no haya llovido. Eso da igual. Supongo que será porque así es más sencilla de limpiar, de barrer. Pero, ¿qué con el gasto que conlleva? Yo me paso todos los días intentando minimizar el gasto de agua (y muy gustosamente lo hago), y el ayuntamiento que me pide eso desperdicia metros y metros cúbicos de agua. ¿Por qué no se busca otra forma de limpiar? Si es que eso es lo que hacen, porque he observado esto muchas y muchas noches (y lo he sufrido en mis carnes, no sólo por el gasto de agua, sino por la dificultad de transitar por una calle por la que parece que pasa un río y sin tener el calzado adecuado) y no es la primera vez que veo que lo único que hacen es mojar la calle mientras están de charla los propios empleados que lo hacen.
En fin, contradicciones de la vida. ¿Dónde está la coherencia?

martes, 16 de enero de 2007

Nostalgia

Nostalgia. Pues sí, nostalgia. Eso es exactamente eso lo que provoca recordar algunas circunstancias, algunos acontecimientos, algunas personas, algunos momentos...en definitiva, situaciones que he vivido y que ya no volverán, que ya no volveré a vivir. Muchas son. Y supongo que con el tiempo irán creciendo en número y serán cada vez más. También supongo que habrá tiempo para ahondar en bastantes de ellas. Sin embargo, y sin que sirva de precedente, no estaría mal comentar la primera vez en que me di cuenta de que echaba algo de menos verdaderamente.
La verdad no sé qué edad tendría exactamente. Debían ser unos diez u once años. El caso es que por esa época me empezaba a dar cuenta de que echaba un poco de menos mi "niñez": para mí eso era tener cinco o seis años y que te diesen todo hecho. ¿Cosas de niños? No tanto. Porque de un modo u otro a lo largo de mi vida me ha venido a la mente este pensamiento. Y no es que quiera ser un niño pequeño, ni que quiera volver a serlo... sino que, a veces, me pregunto qué pasaría si pudiese volver a vivir mi vida de nuevo, empezando de cero. Y ahí es cuando recuerdo mi época de niño (sí, al menos a estas alturas ya se puede tachar de niñez aquello que cuando tenía diez años era casi una frivolidad hacerlo).
De todos modos hay otras cosas que echo mucho más de menos. Simplemente, lo único que tiene de especial esta, es haber sido la primera.

viernes, 12 de enero de 2007

Berlín, 21 de marzo

Parece mentira que viniendo a España a principios de marzo tenga que pensar en verlo en Alemania. Pero es que La Traversée ya tiene fecha, y eso ya no se puede cambiar: 1 de marzo. Múltiples incógnitas me hacen dudar de la posibilidad de estar en Berlín ese día y poder ver ese concierto. Pero no se puede descartar. No ayuda para nada el hecho de que sea un miércoles. Pero cabe la posibilidad de que allí sea festivo. O eso espero. Al llegar allí lo sabré...ya sólo queda un poco más de un mes y medio para que La Traversée alcance su máximo esplendor.

jueves, 11 de enero de 2007

El mueble del aceite


Me gusta el olor del mueble de la cocina donde guardo el aceite y las especias cuando tengo apetito.

No me gusta el olor del mismo después de comer.

martes, 9 de enero de 2007

Babel



"Otra vez más". Y así es. Sales del cine no puedes pensar de otra forma: Iñárritu todavía no ha defraudado. Es de esos pocos directores de los que se puede decir algo así, aunque bien es cierto que su trayectoria de momento no es muy abultada. Pero más que de Alejandro, habría que destacar el trío que se ha formado y que consigue películas de esta talla: el nombrado Iñárritu, Guillermo Arriaga y Gustavo Santaolalla. El trío que ha conformado tres maravillosas películas como Amores Perros, 21 Gramos y Babel. El trío que consigue que cada vez que acabas de ver una de sus películas te sientas de muchas maneras menos defraudado.
La película narra, de esa manera tan especial, cuatro historias diferentes pero, de una manera u otra, con vínculos que las relacionan. Se cuenta cómo un juego de niños se puede convertir en algo que se le escapa de las manos tanto esos niños como a su propia familia. Se cuanta cómo una mala decisión en tu vida puede hacer que ésta se derrumbe o, al menos, que se tambalee demasiado, de tal forma que todo lo que se había construído con tanto esfuerzo se derrrumbe en un abrir y cerrar de ojos. Se cuenta también como el amor está por encima de muchas circunstancias de la vida. Pero se cuenta también cómo por encima del amor puede estar, o está, la necesidad de ser amado/a.
Me han llamado la atención algunas de las cosas que me vinieron a la cabeza al salir del cine. Como por ejemplo lo rápido que se podría resumir la película, sin obviar nada relevante de la trama, a una persona que no la haya visto. Y es por eso por lo que la película es aún más grande. Son más de dos horas en las que se cuentan, en principio, pocas cosas. Pero en el fondo no son tan pocas. Y menos tal y como están narradas. Bien es cierto que hay muchos momentos predecibles ("aquí va a pasar esto") pero hay otros en que piensas lo mismo pero no aciertas. Incluso se deja una puerta abierta al espectador al final de la película para que el mismo la cierre.
Otra de las cosas muy a destacar es la ambientación y la fotografía. Por supuesto que en ello tiene mucho que ver la banda sonora de Santaolalla, otra vez muy destacable.
Como pero más importante quizá sobra metraje en algunas de las escenas de la película, aunque no por ello la película se hace lenta, sino, más bien, un poco larga.

Resumen rápido: cuatro historias (dos en Marruecos, una entre EEUU y México y otra en Japón), todas ellas relacionadas mediante algún vínculo.

jueves, 4 de enero de 2007

Mouvement Introductif (y II)

A veces resulta cuando menos curioso el hecho de preguntarse los porqués de las cosas. Si bien ayer decía que la idea de hacer el blog era porque sí, también apuntaba ciertos acontecimientos que yo creo que me han podido llevar a ello. Acontecimientos que no tienen nada que ver con llevar este blog. Acontecimientos que se podrían tachar de incorrelados. Acontecimientos de los que, por el momento, no es necesario hablar. Pero acontecimientos que te pueden empujar a ello. Como cuando no estás decidido a hacer algo, pero ves u oyes otra cosa que te impulsa a hacerlo, aunque no tenga nada que ver con lo que acabas de escuchar u oír. O, simplemente, cuando piensas que si haces una cosa por si acaso al hacerla quizá alguien te recompense por hacerla, aunque nadie sepa que la has llevado a cabo. O como, tras darte cuenta de que tu vida es una mierda, te propones corregir todos los errores cometidos en tu vida, porque crees que así nivelarás el karma. O como cuando piensas que si llegas a la curva antes que el coche, Manech todavía está vivo. O como cuando el 31 de agosto a las 4 de la mañana te sorprendes con tu propia idea de encontrar al propietario de una cajita de recuerdos, dondequiera que esté, y restituirle su tesoro. Y ya que estás, decides que si el mismo se conmueve al reencontrarse con la misma, dedicarás tu vida a ayudar a los demás. ¿Si no? Pues nada.
A cosas de ese estilo me refiero.
Pues bien, también resulta curiosa la manera de crear las cosas, de llevarlas a cabo. Y en concreto me refiero a este blog. De cómo titularlo, de cómo escoger su apariencia y, sobre todo, de cómo decidirte por una cosa u otra. De cómo empezarlo... en fin, de tantas y tantas cosas. Pues el detalle está en que después de haberlo creado y presentado, me decidí a visitar sitios que hacía mucho mucho tiempo que no visitaba, por diversos motivos. Y me refiero a webs, blogs y cosas de este estilo. Y llegando a uno en concreto, el cual quizá hacía como un año que no visitaba, me di cuenta que empezaba exactamente igual al mío en el título de la primera entrada. Me sorprendió un montón, pues no recordaba que comenzase así, pero estoy completamente seguro de que, en algún lugar de mi cerebro, estaba de una manea u otra almacenado ese comienzo, y de ahí que lo llevase a cabo.
Es por eso que a veces, las cosas que creemos que hacemos porque sí, no las hacemos porque sí del todo.

miércoles, 3 de enero de 2007

Mouvement Introductif (I)

Muchas cosas no tienen un porqué. O al menos un porqué que sea suficientemente fácil de ver. Suceden y punto. Nuestra inteligencia no puede discernir la causa por la que suceden, bien por falta de herramientas para conocerla, bien por la falta de preparación o entrenamiento para reconocerla. Sin embargo, otras veces la cosas suceden por alguna razón fácilmente discernible, sobre todo cuando un ser vivo realiza alguna acción. Sin embargo entre la raza humana esto no es cierto del todo, pues muchas veces hacemos las cosas porque sí (sí, puede que en el fondo con un porqué, pero que ni nosotros mismos conocemos o sospechamos, aunque en ocasiones nos hagamos creer otras cosas).
Pues este blog empieza porque sí. Si bien yo mismo me figuro que los últimos acontecimientos vividos me han llevado a hacer algo distinto. Aunque no lo tengo muy claro, porque esto de intentar llevar un blog lo llevaba pensando como medio año, pero se me fueron yendo las ganas, también por circunstancias de la vida. Pues a ver cuánto dura.