viernes, 31 de agosto de 2007

La vida te da sorpresas

Es una sensación muy grata cuando estás en la biblioteca estudiando y llegan tres amigos y se sientan a tu lado (como todos los días). De repente salen fuera a cuentagotas y, al cabo de un rato, uno de ellos te llama para decirte que tienes que salir, que a uno de ellos le pasa algo raro. Sales, subes unos pisos y, cuando por fin alcanzas el lugar allí, detrás de una pared medio oculta, están los otros dos con un pastel, unas velitas encendidas con tu edad y un regalo.
Pues eso, a veces la vida te da sorpresas (agradables).

jueves, 30 de agosto de 2007

Cousas veredes

Por diferente motivos que me han llevado a pensar en elllo y porque mañana es un día especial (bueno, mejor dicho diferente, que como dice una buena amiga, la palabra especial conviene reservarla para momentos únicos) creo que empezaré un nuevo y pequeño proyecto.
Sólo quería avisar.

Conversaciones

A veces el hecho de mantener una pequeña conversación te hace sentir mejor. Por diferentes motivos, pero principalmente porque no te imaginabas que iba a volver a pasar. Pero todo ha sido positivo, por muy poca cosa que fuese. Te quedas como bien por dentro, sí.
¿Algo curioso? Pues que mientras la mantenía, llevaba otras dos simultánenametne, de tal suerte que se da la circunstancia que han sido tres personas que han marcado de una manera u otra tu vida, y las tres positivamente (bueno, una la sigue marcando actualmente, que no quita que la haya marcado también, aunque más recientemente). ¿Lo más curioso? Despedirme de las tres personas al mismo tiempo (pues me marchaba) y que las tres se hayan despedido en el mismo instante de la misma manera, a saber:

-auf wiedersehen süßer junge
-wiedersehen!
-orfidersen!!

No deja de ser curioso.


La pared y el dormir

Se me olvidaba. Para que quede constancia y al hilo de la anterior entrada...
Me gusta cuando no puedo dormir del lado de la pared en la cama.
No me gusta (tanto) cuando puedo hacerlo.

Los cambios

Desde aquí todo parece (y es) distinto a lo de allí. Los periódicos son más legibles. La actualidad se sigue a través de la televisión en vez de a través de internet. A la gente se le entiende sin tener que hacer ningún tipo de esfuerzo extra. Los colchones son más cómodos. La gente es distinta a la de allí. La arquitectura también. El transporte público también. La ciudad aquí está más limpia. Los coches son bastante diferentes. Aún... no, mejor dicho, aun (sin tilde)... porque las normas ortográficas cambian, y ya no son lo que estudiaste hace apenas unos añitos (lo que denota que uno se va haciendo mayor, y que el tiempo transcurre inexorablemente)... decía pues que aun así hay alguna que otra coindicidencia, como que la ciudad también esté atravesada por un río, y que haya varios puentes que unen las dos partes de la ciudad (obviamente los de esta ciudad son más bonitos). Pero de todos modos esto es muy diferente. Sí.
Y también de todos modos este fin de semana tocará hacer de nuevo la maleta y marcharse (todo debido al inexorable paso del tiempo). Así que en apenas cinco días todo cambiará otra vez más. Entonces los colchones volverán a ser incómodos (excepto algunos días en los que, quizá, vuelvan a ser cómodos). Entonces los periódicos volverán a ser bastante ilegibles. Entonces internet volverá a ser el medio para informarse (si es que hay suerte y se consigue internet de alguna manera). Entonces entender a la gente volverá a ser más difícil. Y claro, faltará mucha gente de la que antes había. Sí, mucha gente que ha ayudado a crear un grupo en el que no se podía sino estar a gusto. Pero hay que adaptarse.
Y al volver allí tocará vivir un mes en un sitio y otro mes es otro, pero es lo que toca y hay que adaptarse. Y habrá noches en las que el colchón se te clave hasta los huesos... y en las que no se podrá dormir de lado de la pared... y habrá otras en las que sí se podrá dormir del lado de la pared. Personalmente me gusta cuando no puedo dormir del lado de la pared (es bastante peligroso intentar hacerlo ciertas noches). Y habrá días en los que habrá que estar encerrado y otros en los que no, pero hay que adaptarse. Los cambios son los cambios.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Las (pequeñas) alegrías

Muchas personas se pierden las alegrías mientras aguardan la gran felicidad.
Pearl S. Buck

jueves, 23 de agosto de 2007

Coleccionables

Llega el final del mes de agosto y ya tardaba en aparecer la batería de anuncios televisivos sobre absurdas colecciones, como coches de bomberos, barcos, fragatas... etc. Parece que como es época de cambio, después de las vacaciones, hay que aprovechar para meterle a la gente por los ojos cosas que no necesitan en absoluto. Como pasa en Navidades.
En fin, cosas de la sociedad consumista en la que vivimos.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Les retrouvailles

Me gusta cuando me reecuentro con gente que hace mucho tiempo que no veo y que realmente forman una parte muy importante de mi vida.
No me gusta la idea de no poder ver a la gente que quiero durante una buena temporada.

martes, 21 de agosto de 2007

BA - LON - CES - TO















Impresionante, indescriptible, increíble... pero/e irreptible. 25 años después la selección volvía a Ourense, al mismo escenario donde había jugado un cuadrangular precisamente en la inauguración del Paco Paz. Muchos años más pasarán hasta que vuelva, lo que hace todavía más fuerte el deseo de no olvidar un detalle de lo vivido el sábado pasado, por muy pequeño que fuese el detalle. Máxime cuando tienes asiento en primera fila.













Tras momentos como los vividos te preguntas por qué no existe "algo", algún invento que pueda hacer posible, de alguna manera, almacenar todos y cada uno de los momentos vividos, todas y cada una de las situaciones... pero no existe. Pena. Así que te debes conformar con no olvidarte del matrimonio que estaba sentado a tu derecha que cuando uno de los españoles hacía una falta, pedían que para la próxima vez le pegasen más fuerte a los lituanos... lo que te hace pensar que la selección arrastra a todo el mundo, no sólo a los que hemos seguido y amado este deporte desde que éramos pequeños. Te conformas con no olvidar el momento en el que te comprabas la camiseta de José Calderón, sin duda la pieza más importante de la selección, por mucho Pau Gasol que juegue (recuerden, queridos lectores, cómo se ganó la final del campeonato del mundo ante Grecia, sin Gasol (lesionado) en la pista, por mucho Juan Carlos Navarro que juegue, etc. etc. etc... y con el hecho de que recién puesta la camiseta bajes a tu asiento y así, como quien no quiere la cosa, te cruces con el propio Calderón y aproveches para hacerte una fotografía con él. O como el hecho de aprovechar para hacerte más fotos, como por ejemplo cuando salta Simas Jasaitis a la pista (hoy mismo confirmado como nuevo jugador del TAU), o con una leyenda como Joan Creus... todo eso en unos instantes muy reves de tiempo... tan breves que no te da tiempo a asimilar lo que estás viviendo. O como el hecho de ver un calentamiento de la selección a dos metros de todos ellos, esos jugadores con los que tanto te emocionas cuando los ves a través de una pantalla de telecisón. O como el hecho de que tanto en el propio calentamiento como durante el transcurso del partido, José Calderón se acerque por la zona del campo en la que estás sentado y aproveche para saludarte con su pulgar, mirándote, recordando que hace poco tiempo te sacaste una foto con él. O como las racha de ocho puntos seguidos de Navarro en el partido. O como el típico alley-oop de Rudy. O como los 17 puntos en cuatro minutos de José Calderón, que rompieron definitavamente el partido. O como el momento en el que saltaste a la pista a coger una camiseta, llegando para ello hasta cerca del medio del campo justo antes de que se reanudase el partido tras un tiempo muerto. O cuando Suso, el animador de la selección, durante un tiempo muerto te diese un golpe no intencionado en la cara para hacerte gritar más aún a favor de la selección. O cuando se porducían esos cruces de miradas de los jugadores contigo mientras estaban calentando y pasaban a tu lado en la rueda de calentamiento... y tú te quedabas embobado sin saber muy bien que hacer, más que intentar grabar todo eso lo mejor posible en tu cerebro. O como cuando ves al fisioterapeuta de la selección, y recuerdas que fue el mismo que consiguió que tú no te tuvieses que operar de tu pierna tras un año de lucha y de sesiones de fisioterapia continuadas. O como cuando escuchas a Calderón dar órdenes a todos sus compañeros en todo momento. O cuando haces lo propio con Jasikevicius (aunque en este caso no lo entiendas por cuestiones idiomáticas). O como cuando oyes a los jugadores lituanos llamarle de todo al árbitro, en inglés, para que lo entienda. O como cuando ves a Berni hacer un dos a uno justo delante de tus narices, y animas de la misma forma que cuando animas a algún compañero de cualquier equipo en el que hayas jugado. O cuando ves que para salir de ese dos a uno Songaila viene a bloquear a Jasikevicius y le cantas el bloqueo a Berni. O como cuando ves el desplazamiento lateral de Cabezas o Calderón y te quedas impresionado. O como cuando ves la velocidad de Calderón en transició. O como cuando ves a Saras dar uno de esos pases imposibles que él tan bien sabe dar. O como ves la potencia con la que Kleiza irrumpe en la zona española y se calca un mate con un facilidad pasmosa. O como cuando ves en el calentamiento a Navarro intentar hacer varios mates sin conseguirlo, lo que te hace volver a pensar el gran mérito que tiene un jugador como él sin unas cualidades físicas notables. O como cuando ves a Calderón hacer un mate a dos manos sin forzar en la rueda de calentamiento.













O como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como... o como...
En fin... inolvidable, sin la menor duda.

viernes, 17 de agosto de 2007

Die Rückkehr

Casi cuatro meses, casi. Ese es el tiempo desde que por última vez publqué algo en este blog. Sí. Cuatro meses en los que muchas cosas han pasado, no sólo en este mundo loco en el que vivimos, sino también en mi mundo personal.
Diversas han sido las circunstancias que me han hecho dejar de escribir en este blog: algunas técnicas, otras morales y, otras, por así decirlo, temporales. Ya sé que no queda muy claro, pero creo que tampoco es muy importante. El caso es que vuelvo por aquí, no sé cuanto tiempo, pero vuelvo.
Sólo quería avisar.